Podemos empezar comentando que a largo del tiempo el término valores ha sido desvirtuado y se ha utilizado indiscriminadamente sin tener en cuenta la verdadera magnitud y trascendencia del mismo. Desafortunadamente en la actualidad no se les concede a los valores la importancia que realmente tienen. Uno de los síntomas de la sociedad contemporánea es el deterioro moral, manifestado por un cambio progresivo que consiste en la aceptación de opciones que en otros tiempos fueron consideradas como delictivas por el común sentido moral. Mencionaré solo algunos ejemplos de ese cambio, de ese trastrocamiento que han sufrido los valores: En el idioma actual se le dice ANTICUADA; a la mujer decente, ARTE; a la pornografía, AUTENTICO; al que no sabe obedecer. También se dice que una BUENA FAMILIA; es la familia con dinero y se le llama COMPENSACION; al robo, o que alguien es de CRITERIO ABIERTO; cuando carece de valores. En el idioma actual se dice que es CULTO; al que lee todo lo que cae en sus manos, se le dice DETALLE; a la amante, o se cree que EDUCAR; es pagar una escuela cara. Se le tacha de FANATICO; al que habla o escribe una jerarquía en la que prevalece Dios, se le dice FRANQUEZA; A la grosería, que alguien es HABIL; cuando engaña, o que es un IDIOTA; Al hombre bueno y que es un IMBÉCIL; Al que perdona. Así mismo que un INTELECTUAL; es el que habla excluyendo a Dios. Otros ejemplos de esta tergiversación de valores son los conceptos PARA ADULTOS; A espectáculos inmorales, PERSONALIDAD; A la comodidad vestida en boutiques, PRUDENCIA; A la cobardía y REHACER SU VIDA; Al adulterio. Finalmente se dice que SABE VIVIR; A quien malgasta el dinero en todo tipo de lugares, se le llama SABROSA CONVERSACIÓN; A Difamar y que es una VÍCTIMA; La mujer dedicada a la familia. Con esto nos damos perfecta cuenta de lo mal orientados que están la mayoría de los integrantes de nuestra sociedad actual. Conscientes de tal problemática insistimos en que es necesario plantear opciones que permitan rescatar valores, para recomponer el marco social, comenzando por el educacional y que repercuta en la familia, como base de la sociedad. Por lo tanto, tendremos que iniciar por retomar:
Ética: es la
parte de la filosofía que tiene por objeto el estudio de la moral.
Moral: es el
conjunto de normas, usos, costumbres y conductas aprobadas por la sociedad. De
tal manera que nuestra moral a cambiado paulatinamente y se ve reflejada en las
prácticas viciosas que cada día presenciamos y que dañan de sobremanera a
nuestra sociedad. La búsqueda de valores auténticos debe ser por lo tanto una
prioridad en cada persona, en cada familia y en cada institución, para que se
refleje en una práctica virtuosa que ayude a componer ese marco social. Es muy
importante por ello, mencionar solo algunos valores que debemos buscar, reencontrar,
y sobre todo practicar. Entre los cuales se encuentran el RESPETO, la HONRADEZ,
el PATRIOTISMO, la AMISTAD, la LEALTAD y la HONESTIDAD.
Retomar el valor que tienen La SENCILLEZ, la GENEROSIDAD, la SOLIDARIDAD, la PERSEVERANCIA, la AUTENTICIDAD o la RESPONSABILIDAD.
Retomar el valor que tienen La SENCILLEZ, la GENEROSIDAD, la SOLIDARIDAD, la PERSEVERANCIA, la AUTENTICIDAD o la RESPONSABILIDAD.
Los valores morales en nuestros Días
Cuando hablamos de “valores morales”, es
importante notar que éstos están frecuentemente constituidos por hábitos
establecidos en un grupo o sociedad y que deben subordinarse a la valoración
ética. Asimismo, la crisis y cambio de valores morales no significa
necesariamente una amenaza o un peligro, se puede ver como algo saludable.
Al parecer en nuestros días los valores
morales fueron perdiendo presencia en nuestros actos, poniéndolos en último
lugar y reemplazados. Ahora existen las adicciones al sexo, a la comida, al
trabajo, al consumismo, a la televisión, a las computadoras, a los juegos
electrónicos y a la violencia, incluso dentro de la familia.
Muchos rechazan los principios morales que
nuestros padres y la generación anterior nos inculcaron, por encontrarlos
"pasados de moda". La razón principal es que la gente de hoy
no ve la relación entre estos principios y la realización de la persona humana.
Esa generación se limitó a transmitir unos principios pero sin establecer
claramente su dimensión personal, su conexión con la dignidad de la persona y
sus demás valores. En otras palabras, la educación moral quedó despersonalizada.
No es que nuestros padres o educadores conscientemente dejaran de
mostrárnoslos. Lo que pasó fue que el contexto social de la generación pasada
era diferente. La sociedad de hace 40 años en general gozaba de unas leyes, un
entorno, un sistema educativo, en una palabra, una cultura, que apoyaba la vida
familiar y la moral básica. La objetividad de los principios morales
fundamentales no se cuestionaba, excepto en algunos círculos académicos.
Pero vino la famosa y convulsa década de los 60 y todo lo que antes "se cocinaba en la penumbra", por decirlo de algún modo, pasó al frente de la cultura, de la vida social. No sólo fueron los medios de comunicación y del entretenimiento los que comenzaron a difundir el relativismo moral que vivimos hoy.
Pero vino la famosa y convulsa década de los 60 y todo lo que antes "se cocinaba en la penumbra", por decirlo de algún modo, pasó al frente de la cultura, de la vida social. No sólo fueron los medios de comunicación y del entretenimiento los que comenzaron a difundir el relativismo moral que vivimos hoy.
En
la sociedad actual, siempre estamos escuchando o haciendo comentarios como:
"es que se están perdiendo los valores", "existe una
pérdida total de valores”. Generalmente cuando realizamos
comentarios sobre la pérdida de los valores, estamos haciendo referencia a los valores
morales y sociales.
Cada
ser humano tiene distinta concepción y medida de valor,
de acuerdo con sus parámetros y necesidades, por lo que podríamos pensar que
los valores morales son relativos. Sin embargo, cuando mencionamos el término
valor, siempre lo hacemos desde su connotación positiva, siempre lo
relacionamos con el lado bueno, perfecto, valioso, Además es
un término que no admite matices, por lo tanto se tiene o no se tiene
valores morales y sociales.
También los valores morales son inherentes al ser humano, mientras más valores morales posee la persona, se es más humano y se posee mayor calidad de ser humano.
Los
seres humanos vamos interiorizando los valores morales en el núcleo familiar,
generalmente con el ejemplo. De nuestros padres y familiares aprendemos el respeto,
la tolerancia, la honestidad, la generosidad, la responsabilidad, entre otros.
A
medida que maduramos y crecemos como personas nos vamos familiarizando con otro
tipo de valores, entonces comenzamos a interiorizar los valores sociales, y comenzaremos a pensar en el respeto a
nuestros semejantes, la cooperación, la comprensión, la vocación de servicio,
entre otros.
Siempre,
cuando se presentan condiciones de emergencia, estos valores afloran en la
mayoría de los seres humanos. Sin importar que conscientemente no se
practiquen.
Los
valores son inherentes a los seres humanos que viven en sociedad actual.